domingo, 14 de abril de 2013

Micmacs


Micmacs, amigos y aliados



Muchas  personas, haciendo pequeñas y diferentes cosas en pequeños y diferentes lugares, pueden cambiar el mundo por completo.

lunes, 8 de abril de 2013

Remiendo. Un remiendo de Payaso.


Remiendo. Un remiendo de payaso.

Al pensar en manualidades, diversión y creatividad, viajo de inmediato a mi infancia, cuando tenía cerca de 9 años y mi mayor cómplice en mis aventuras era mi abuela. Jugar con colores, con texturas, reunir todo tipo de retazos y de implementos que creemos que no usaremos más, para crear un nuevo juego, un nuevo instrumento de aventura, una nueva herramienta para viajar junto a mi imaginación.
Es así como, al pensar en el cómo hacer una marioneta, recordé una de las muchas experiencias junto a mi abuela en la que con nuestras propias manos construíamos juegos para mí y para los demás niños integrantes de nuestra familia. Llegando a un curioso payaso que hacíamos cada vez que un nuevo integrante llegaba a la familia, y así darle la bienvenida con un detalle lleno de color y, principalmente, mucho amor.
Remiendo, como decidí llamar a mi nuevo amigo, es un payaso colorido, hecho de pelotitas de pin-pon (o pinpolinas), hilo elástico, manos y pies de tela, cabeza de icopor y cabello de lana. Es un payaso muy flexible y sonriente, aunque su rostro en esta ocasión puede causar un poco de temor a quién lo ve, puesto que al darle un sonrisa, no contaba con un sin color para ponerle sus brillantes dientes blancos y resaltar su preciosa sonrisa. Así, si vemos su rostro, quizá no encontremos un payaso feliz como en el de todas las fiestas, sino un payaso enigmático que esconde una sonrisa bajo un extraño rostro sin expresión definida.
Lo más complicado para la construcción de Remiendo fue la perforación de la primeras pinpolinas, ya que inicialmente las perforé con una aguja gruesa, pero no había espacio suficiente para pasar el hilo. Era muy complicado hacer la fuerza. Se corría el riego que las pelotas se quebraran y ya no sería un lindo y colorido payaso, sino un roto y triste payasito. De ahí en adelante, todo fue recordar los detalles de mi abuela y construirlo por completo. Perforar todas las pimpolinas, atravesar el hilo por todos los huequitos hasta formar las piernas, los brazos y el cuerpo. Aparte, con retazos de tela, moldear los piecitos y manitas, luego cocerlas por fuera y voltearlas, y rellenarlas con retazos pequeños de tela, y finalmente cerrarlos.
Para finalizar el cuerpo, se pegan las manitas y piecitos a los brazos y piernas, con silicona. Y para dar un detalle más brillante y bonito, se colocan lentejuelas alrededor de la unión de manos con brazos y pies con piernas.
Luego para la cabeza, se toma una bola de icopor, más o menos del doble del tamaño de las pimpolinas, se forra con cualquier papel suave, de color piel o rosa. Se pinta la cara con marcadores (en mi caso tomé de guía un rostro de payaso que tenía en mi computadora). Si nunca han hecho una cara de payaso, pueden pedir ayudar a un amigo o amiga (Yo lo hice :P). Para hacer el cabello, cortas tiritas pequeñas (de 4 cm aproximadamente) de lana, y las pegas en la parte superior de la cabeza, de tal manera que caiga como una peluca. Y finalmente pegas la cabeza al cuerpo con mucha silicona, para que con el movimiento no se despegue. Para asegurarla mejor, puedes atravesar un hilo desde el cuerpo hasta la parte superior de la cabeza.
Después de terminado nuestro payaso, viene, lo que creo fue la parte más difícil, atravesar los palos que sostendrán la marioneta de nuestro payaso Remiendo. Pueden utilizar palitos de madera, pero es mucho más fácil trabajar con palos de balso, son menos duros y más fáciles de perforar; Con una aguja gruesa, atravesada con hilo Nailon, o con una cuerda delgada, hay que hacer un poco de presión para atravesar la madera, siempre teniendo cuidado de no torcer la aguja y de no lastimarnos. 

Los palos deben ir pegados en cruz con un adicional horizontal en la parte superior, como se muestra en la figura siguiente:


Finalmente, unimos las manos de Remiendo (o de su payaso) a los extremos centrales de la madera pegada, los pies a los extremos superiores y la cabeza al centro de la Cruz, y así tendremos nuestra linda marioneta de payaso. 

Ahora... ¡A jugar! 

Johann Sebastian Bach - 1º Concierto de Brandenburgo

Un gato y un ratón

Johann Sebastian Bach. 1° Concierto Brandenburgo. 

Confieso que poco sé de música clásica, que muchas veces la escucho porque es agradable a mi oído, porque me parece placentera algunas veces para estudiar, otras para relajarme, otras para dormir, pero no sé diferenciar entre compositores, géneros (ni siquiera sé si hay géneros dentro de la música clásica) o estilos. Me acostumbré a escucharla por un programa que, cuando niña, veía en Señal Colombia, llamado  "El Gran Concierto", donde una orquesta sinfónica interactuaba con niños y les enseñaba sobre música clásica e instrumentos musicales. 

Creo que cada cosa de sucede en mi vida está llena de recuerdos de lo que alguna vez hice cuando niña. Casualmente al escuchar el concierto de Bach en casa, junto a un amigo me miró y dijo: "Eso me recuerda a Tom y Jerry". De inmediato me remití a mis épocas de niña donde permanecía encantada frente al televisor viendo a un gato y un ratón corriendo todo el tiempo el uno tras del otro, como si se odiara; Pero en realidad eran muy buenos amigos, era lindo ver que, a pesar de su rivalidad, al final de todo siempre estaban juntos cuando cuidándose el uno al otro. 

Lo primero que pensé fue en el capítulo en el que Tom está en un concierto y empieza a tocar un piano en el que Jerry se encontraba durmiendo, y allí empieza la dispusta, puesto que Tom intenta atrapar a Jerry, pero sin dejar de tocar y Jerry aprovecha para hacerle maldades por no dejarlo dormir. Es curioso como a lo largo de capítulo, al igual que en el concierto de Bach se presentan ciertas variaciones en la velocidad y la tonalidad. Pienso en Jerry tranquilo durmiendo, mientras Tom empieza lentamente a tocar su concierto, con elegancia, intentando lucirse frente al público. De repente, Jerry se despierta, se asoma y Tom de inmediato intenta atraparlo, y así empieza el movimiento rápido; Se acelera el pulso de Tom, mueve sus dedos de forma muy ágil y con afán intentar aplastar a Jerry bajo el teclado de piano. Es una lucha en la que la persecución y la malicia de ambos personajes produce música, una melodía realmente encantadora.

Luego de escuchar el concierto de Bach, por 5° o 6° vez, solo deseo volver a ver aquella caricatura con la que crecí y que tanto amé. Volver a disfrutar de la inocencia y las travesuras de aquellos personajes que me hacían muy feliz y me divertían tanto. Es realmente sorprendente como un sencillo programa de televisión, visto cuando niña solo como un entretenimiento, ahora tiene un valor mucho más complejo; Además de la caricatura, de manera inconsciente también disfrutaba de una música tan enriquecedora como lo es la música clásica. 


domingo, 7 de abril de 2013

La transformación de un cuaderno en espejo

Cuando vas a la escuela, algo muy importante en lo que piensan los padres es: “Debe tener todos sus útiles, para que pueda aprender lo mejor que pueda”; es así como antes de ir a la escuela empieza es aventura de explorar todo eso que necesitarás para la gran osadía aprender. Cuando te entregan el morral ves que dentro hay un sinnúmero de elementos que muchas veces has utilizado, pero que ahora en la escuela tomarán una valor mucho más importantes. Esos elementos tienen ahora la responsabilidad de convertirse en las herramientas para empezar a ser esa persona que poco a poco soñarás con ser y en la que te disfrazarás, la que imitarás y hasta odiarás en algún momento.
Dentro de todo ese mundo de herramientas encontrarás el cuaderno, un objeto útil – muy útil por cierto- que tendrá una gran evolución en tu vida escolar, tanto en la apariencia como en su uso.
Los cuadernos en los grados de pre-escolar y primaria, son herramientas utilizadas principalmente como un baúl donde debes guardar todos los saberes y conocimientos que en la escuela el maestro te brinde, es allí donde debes almacenar la mayor cantidad de información que demuestre que en verdad estás aprendiendo, o por lo menos eso es lo que por mucho tiempo nos han hecho creer en la escuela. Yo recuerdo que anteriormente, cuando estaba en la primaria, mi maestra me decía que un cuaderno, para ser un buen cuaderno, debía estar muy bien cuidado, pero los cuidados no eran solo no arrugarlos, debían tener esa línea roja que marcábamos alrededor del marco, la cual veías y sabías que no podía pasar, era el límite de la imaginación, el lugar imposible de pasar. Pasar esa línea era dañar todo un trabajo que con esfuerzo habías conseguido, era invadir un espacio que no era tuyo, que era del cuaderno, que lo hacía bonito. ¡Y Roja! ¡La línea debía ser roja! ¿por qué roja? Era como mirarla y que alguien te estuviese diciendo: ¡Detente! No puedes pasar, ese no es tu espacio.
Además de eso, los cuadernos debían estar forrados con un plástico para que se dañaran por fuera; estos plásticos eran como un papel que se pegaba al dibujo del cuaderno y no dejaban que se raspara y muchas veces ni dejaba       que se viera. Cuando grande, ya pensando en la utilidad de dicho papel protector, me pregunté: ¿No daba igual que se raspara la pasta del cuaderno a que se raspara el forro?, es decir, ¿De igual manera no se dañaba la presentación del cuaderno que era lo que se quería cuidar?. Además de eso, cuando vamos a comprar los cuadernos, lo primero que miramos es en tener un dibujo de portada que nos guste, una muñeca que nos parezca linda, a los niños un super héroe, o unos animalitos (para lo que éramos amantes a los animales), entonces ¿qué sentido tenía poner un forro que no dejaba ver el dibujo que con tanto esfuerzo quisimos elegir para ver?. Son cosas que ahora, cuando grande no le encontramos sentido, y, quizá, por ello preferimos ahora las agendas con diseños personales y sin ningún tipo de protección.

Luego, cuando ya avanzamos en los grados y entramos a la secundaria, nuestros cuadernos se vuelven mucho más personales. Además de las tareas de la escuela, el cuaderno se convierte en la mayor distracción en el aula de clase cuando no queremos atender al maestro, ¿o no les ha pasado que toman su cuaderno y empiezan a dibujar? El cuaderno se vuelve el cómplice de aventuras imaginarias, cuando no queremos preocuparnos por el nuevo tema que no conocemos y que nos es difícil entender. En él dibujamos caricaturas que nos han marcado, sus hojas son cómplices y nuestra primeras cartas de amor, y qué decir de los aviones que vuelan por los aires como nuestra inspiración, cuando pensamos en la niña o el niño que nos gusta.Es ahí cuando ya deja de ser solo un cuaderno de responsabilidades, para convertirse en un amigo que dura menos tiempo en nuestras manos, por el uso que le damos a las hojas más allá de tomar apuntes o hacer tareas. Y, también, es ahí donde el cuaderno se vuelve como una representación de lo que eres; su orden, los detalles, los mensajes, los garabatos, las notas, todo se vuelve una marca personal. El cuaderno se ha hecho más que una herramienta, es una parte de ti que no está dentro de ti y que puedes ver como un espejo. 

Técnicas de comunicación visual

Equilibrio e Inestabilidad



Simetría y Asimetría

Agudeza y Difusividad

Coherencia y Variación

Continuidad y Episodicidad

Neutralidad y Acento

Plano y Profundo

Realismo y Distorsión

Regularidad e Irregularidad

Reticencia y Exageración

Secuencialidad y Aleatoriedad

Singularidad y Yuxtaposición

Simplicidad y Complejidad

Sutileza y Audacia

Economía y Profusión

Transparencia y Opacidad

Unidad y Fragmentación 

Predictibilidad y Espontaneidad

Actividad y Pasividad